A finales de mayo de 2024, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, compartió en redes sociales una foto de una nueva escultura de Poseidón, erigida recientemente cerca de la playa en Progreso. Lo que comenzó como una curiosa adición al paisaje costero pronto se convirtió en tema candente cuando ciudadanos locales notaron su repentina aparición “de la noche a la mañana”. Inicialmente recibida con humor, la percepción sobre la estatua cambió drásticamente con la llegada de fenómenos meteorológicos adversos.
¿Será que la furia de Chaac actúe a través de #Beryl y se lleve de una vez por todas al pelaná poseidón ese? 👀
Que risa el audio 😅 amo demasiado a los yucatecos. pic.twitter.com/fpovH2OQOx
— Norma Cuevas (@NormaCuevasV) July 2, 2024
Fue entonces cuando surgieron teorías en redes sociales, principalmente impulsadas por residentes de Yucatán, quienes comenzaron a atribuir estos desastres naturales a la recién instalada estatua de Poseidón. Para muchos, la presencia del dios griego del mar en tierras consagradas a Chaac, el dios maya de la lluvia y el agua, parecía una afrenta divina.
Con el anuncio del huracán Beryl acercándose a la región, las especulaciones se intensificaron, transformándose en un movimiento social en línea para remover la escultura de Poseidón antes de que el desastre empeorara. Aunque las autoridades locales han guardado silencio al respecto, el debate sobre la intervención humana en la ira divina continúa.
¡Vamos a destruir la estatua de Poseidon que pusieron en Progreso para que los huracanes no vuelvan a pasar por Yucatán! #Beryl pic.twitter.com/kZ97G1U6Au
— Simpsonito (@SoySimpsonito) July 2, 2024
Y seguramente después te topaste con estás imágenes donde el torso de Poseidón aparece en el suelo de la playa donde fue colocado o de un grupo de personas aparentemente desmantelando la estatua.
Y por que te desmantelaron?
-Creencias de gente super mega pendeja.-Poseidón pic.twitter.com/m0YaBgu5e5
— Mexicano de México 🇲🇽 (@Nopal_revenge) July 3, 2024
Lo cierto es que estás imágenes son de la instalación de la figura, ésta no ha sido derribada ni retirada, pese a las peticiones en redes sociales.
Aunque hay muchas personas que creen en la conexión de la ira de los dioses con las inclemencias del clima, ahora que ha comenzado la temporada de huracanes en México se ha vuelto a plantear la pregunta de si el calentamiento global que padece el planeta influye en la frecuencia e intensidad de estos fenómenos naturales que suelen presentarse en nuestro país desde mediados de mayo hasta el 30 de noviembre de cada año, sin embargo esta pregunta es difícil de responder porque los cambios observados en la ocurrencia de huracanes, tanto en el Pacífico como en el Atlántico, no arrojan una señal clara que pudiera asociarse directamente al calentamiento global.
La tormenta tropical Alberto, que azotó el país en junio, causó estragos significativos en diversas regiones de México. En Nuevo León, el desbordamiento del río Santa Catarina resultó en inundaciones devastadoras que cobraron la vida de al menos tres personas. En el sur, imágenes impactantes de inundaciones y daños materiales se difundieron ampliamente en plataformas como TikTok.
¿Quién es Chaac?
Chaac, también conocido como Cháak, es el dios maya asociado con la lluvia y el agua, fundamental para la agricultura y la subsistencia en la península de Yucatán. Representado con atributos distintivos como una nariz prominente y colmillos curvados, Chaac se considera cuádruple, manifestándose en los puntos cardinales para asegurar la fertilidad de la tierra. Su culto se remonta al período Clásico maya y sigue siendo relevante en muchas comunidades contemporáneas.
El Culto a Chaac
Desde tiempos antiguos, Chaac ha sido venerado a través de ceremonias y ofrendas que buscan garantizar la lluvia adecuada para los cultivos. Su presencia es omnipresente en sitios arqueológicos como Uxmal y Kabah, donde sus representaciones en mascarones y relieves destacan su importancia para la civilización maya.
A pesar de las discrepancias contemporáneas sobre la estatua de Poseidón, el respeto por Chaac y sus poderes sobre el clima continúa siendo una parte integral de la vida en la península de Yucatán, donde los rituales para invocar su favor persisten hasta nuestros días.
En medio de la incertidumbre climática y cultural, la comunidad se enfrenta a decisiones difíciles sobre cómo reconciliar tradiciones antiguas con cambios modernos en su entorno natural y espiritual.