De un día a otro Margarita, de 32 años, perdió todos sus ahorros. Más de 400.000 pesos. La profesionista es una de las afectadas por la quiebra del Grupo Peak. La financiera del Estado de Nuevo León floreció durante la pandemia como una alternativa de inversión para muchas personas como Margarita, que se habían quedado sin empleo y deseaban hacer rendir sus ahorros. Después de tres años de cumplir con un esquema de rendimientos de, al menos, un 19% por año, la empresa súbitamente anunció en una asamblea virtual su bancarrota, dejando a cientos de clientes en vilo. Ahora está siendo investigada por presunto fraude que los afectados han cifrado en 800 millones de pesos.
Cuando Margarita firmó su contrato con el Grupo Peak mediante un intermediario, a ella solo le informaron de que los rendimientos se obtenían a través de las inversiones en empresas inmobiliarias, logísticas y de transporte no solo en México, sino también en Estados Unidos. Ella decidió invertir los recursos obtenidos por un seguro de vida de su madre, fallecida en 2020. En ese entonces, trabajaba en un lugar de eventos musicales, pero en plena pandemia, el trabajo escaseó y la necesidad de fondear la llevo a buscar fuentes de inversión. Fue de esta manera que encontró en internet el nombre de la compañía de San Pedro Garza, uno de los municipios más exclusivos de México.
En su página de internet, la compañía prometía “proteger e incrementar el patrimonio de nuestros clientes” y “alternativas que van más allá de lo convencional”. Los clientes podían ingresar con un rango mínimo de 20.000 pesos para ser parte del esquema de inversión, ello con la oferta de obtener un rendimiento de, al menos, 19% por año. “La empresa se veía muy seria, al principio todo estaba muy bien, yo siempre recibí mis rendimientos en tiempo y forma, de hecho, en febrero pasado acababa de renovar mi contrato e invertí más dinero, yo recibí mi último rendimiento a finales de marzo”, comenta.
Aunque en su sitio web se pregonaba “un servicio personalizado de excelencia” ella nunca trató con los socios fundadores, Arturo de Jesús González Cantú y Víctor Hugo Sepúlveda, sobre los que ahora recae la sombra del fraude. La joven, oriunda de Querétaro, ha recibido como un balde de agua fría el anuncio de la quiebra por parte de su bróker, quien le explicó escuetamente que parece que fueron objeto de un robo interno y ello ha llevado a la bancarrota de la firma.
La afectada refiere que a través de un correo se ha puesto en contacto con ella un representante de la firma y aún espera llegar a un arreglo conciliatorio mediante el pago en especie de parte de sus ahorros. Por el momento, el intermediario con el que firmó el contrato sigue contestándole el teléfono, él supone la única vía directa para intentar dilucidar si aún podrá recuperar un poco de su fondo.
La sombra del fraude financiero sobre el Grupo Peak revive la estafa acaecida hace unos meses con otra financiera, Yox Holding, una firma que también ofrecía atractivos rendimientos a sus inversores mediante apuestas deportivas. Solo en Jalisco, la Fiscalía ha cifrado en un millar los defraudados por Yox Holdings, quienes reclaman más de 500 millones de pesos. A la fecha, en ese Estado, las autoridades han cateado tres fincas de Zapopan vinculadas a la empresa.
La incertidumbre crece con cada día de silencio por parte del Grupo Peak. “Para mí sí era todo mi patrimonio, no todos son ricos, otros éramos gente normal, que nos había llegado una lanita y no queríamos tenerla bajo el colchón. No es justo, me siento muy frustrada, porque estos cuates (los dueños) tienen un chorro de lana y nos pasan encima a los que tenemos poquito”, lamenta. Margarita, aún tiene la esperanza de llegar a un arreglo conciliatorio, aunque tampoco descarta sumarse a una próxima demanda colectiva con más víctimas.
Información de: El País